Cops de cap contra una paret

Aquest dissabte m’he despertat amb amor i sexe. He esmorzat llegint el penúltim Pliego de Vida Nueva analitzant els 40 anys de la Humanae Vitae. Un interessantíssim i ponderat text escrit per José Ramón Amor Pan sobre el que va significar i els motius de la condemna dels anticonceptius de Pau VI.

Com diu l’article, és curiós que l’anticoncepció un “problema diminuto dentro del conjunto de la vida matrimonial, arrastrará a papas, obispos, teólogos y fieles a una de las disputas más acerbas de la vida de la Iglesia.”. El divendres, el dia de l’aniversari de la publicació, es tornava a fer evident.

I al final, la majoria de catòlics han fet el què els ha semblat convenient. Si el principi de només poder regular la fecunditat per mitjans dits naturals, l’apliquessin a tots els àmbits de la vida humana, ¿què passaria?. Amb perdó per la bestiesa, però ¿no és impedir la voluntat de Déu tapar-se per no passar fred?

Tres cites per animar a la lectura:

“Viendo cómo se han desarrollado los acontecimientos, habría que reconocer que, de hecho, la encíclica tuvo un resultado opuesto al que esperaba Pablo VI: en vez de restablecer la unanimidad de la comunidad eclesial y contribuir a imponer algo de cordura en la revolución sexual, la polémica se intensificó y la Iglesia dejó de ser un interlocutor válido en estos temas para la inmensa mayoría de la opinión pública mundial.”

“Ha existido durante mucho tiempo una superacentuación del valor de la ley natural, entendida en clave estática y metahistórica, sin tener en consideración el carácter histórico de la existencia humana y el papel de la libertad, lo cual hace muy difícil y lento el proceso de renovación.”

“Ni pisar el freno (una ética que se limita a dictar prohibiciones) ni pisar el acelerador (una ética que supone a la ligera que todo vale). El discurso sobre la sexualidad debe dejar de referirse tanto a la reproducción y la higiene sexual, para convertirse en un discurso centrado sobre el amor, las relaciones humanas, el afecto, la ternura, el encuentro con el otro y el placer.”

Vida Nueva, n. 2.622. Pliego