divendres, 4 de juliol del 2008

Amb Pagola

Caço al vol una frase cruel que no respon a aquella simpatia que es demana per endavant als lectors i les lectores sense la qual no hi ha entesa possible: “Posats en actitud inquisitorial, al Jesús del llibre del papa li faltaria més d’home que el què li faltaria de diví al Jesús del llibre de Pagola”.

5 comentaris:

Ginés A. de M. ha dit...

Se me hace imposible leer el documento de "nuestra" Conferencia Episcopal, se me atraganta, me pone enfermo. ¿Es que entre los eruditos que redactan y publican estos documentos no hay ninguno que tenga una experiencia de encuentro personal con el Hijo del Hombre, con el Jesús de Nazaret de la buena noticia para los pobres?, ¿Es que su conocimiento del hombre y de la humanidad de Jesús solo pasa por las "elucubraciones" teólogicas, las afirmaciones dogmáticas y la incompresión de la experiencia de Dios que otros hombres tienen?.
Estos señores ¿no son capaces de aprender de los errores históricos, en los que otros hombres, como ellos, metieron a la Iglesia, y cuyas consecuencias dificultan la evangelización de nuestro mundo?

Silveri Garrell ha dit...

No se que vols dir, Ginés, amb això teu: "¿Es que entre los eruditos que redactan y publican estos documentos no hay ninguno que tenga una experiencia de encuentro personal con el Hijo del Hombre, con el Jesús de Nazaret de la buena noticia para los pobres?. Contesto que si son almenys religiosos (clergues) deuen tenir ALGUNA experiència del Jesus de Nazaret. ¿O tal vegada per tenir l'experiència del Jesús de Nazaret s'ha convertir un en un pobre de solemnitat?. No cal arribar tan baix, sembla que voleu fer viatjar els capellans amb bicicleta en lloc de cotxe.

Ginés A. de M. ha dit...

Respuesta a Silveri:
Cabe suponer que los clerigos tienen experiencia de Dios. pero la pregunta es ¿que experiencia? y ¿de que Dios?, a modo de ejemplo la pregunta podría ser: ¿en que Dios creen, en que Dios cremos?, ¿en el Dios de la Ley?, ¿en Dios de la justicia (a lo humano)?, ¿en el Dios de los filósofos o teólogos (escuela tras escuela)? o en el Dios que nos presenta Jesús, quien asi mismo se llama "el Hijo del Hombre", y que para mi tiene el sentido del Humano por Excelencia.
Es la grandeza humana de la figura de Jesús la que nos abre los ojos a su divinidad, la que nos interpela en cuanto a su Misterio, y a partir de ahí ya podemos empezar a entender lo que los cristianos conocemos por "vida espiritual" y consecuentemente doctrina, dogmas, y normas. Lo cotrario es empezar la casa por el tejado.
Pagola ha hecho un loable esfuerzo, para darnos a conocer la humanidad de Jesus, y partiendo de esa base, de esos buenos cimientos, hay mucho para construir.
Aquellos que lo descalifican pretenden seguir construyendo sobre un edificio, cuyos cimientos ya no aguantan la sobrecarga de la mala historia. Cabe empezar el edificio por sus cimientos, aprovechando para levantarlo todos los elementos de "calidad" que conserva y prescindir de todos los elementos perniciosos que se le han añadido a lo largo de la historia.

Puede que mi comentario esté marcado por mi experiencia, primero tuve que pasar por la experiencia humana (de humanidad) de Jesús, y solo después de reconocer en Jesús el Hombre Total, el modelo a seguir, es cuando pude empezar a compreder el sentido de la Doctrina, el sentido de las Leyes y de las Normas, y entrever la grandeza del Dios que nos trasciende. Los críticos de Pagola hacen el camino a la inversa, desde la doctrina quieren explicar a Jesús, y el resultado es un Jesús que no llega al corazon del hombre, porque coarta su libertad alimentando miedos y condenas. A cambio ofrece la seguridad de la "doctrina", que hace innecesaria la búsqueda personal porque solo cabe acatar lo dispuesto.
El hombre de hoy que sea medianamente reflexivo y coherente, no está dispuesto a aceptar esta propuesta (por irrespetuosa con la libertad, y castrante para la personalidad).
Sin embargo la propuesta hecha desde la vida de Jesús hacia el Jesús de la Vida, esa si que es respetada, considerada y atendida.

Silveri Garrell ha dit...

Em penso que és un disbarat voler canviar 2000 anys de Cristianisme, només per haver descobert un aspete de Jesús narrat per un escriptor d'ocasió.

Ginés A. de M. ha dit...

Lamento que del esfuerzo que he hecho para explicarme, tu conclusió sea esta, y eso me hace pensar que no has entendido mi exposición o que no deseas entenderla. A modo de conclusión de este dialogo de sordos, solo unas aclaraciones:

- Pagola no es un escritor de ocasión, es un pastoralista con muchos años de experiencia, y un teólogo de prestigio, al que avalan otros muchos teólogos de igual o mayor prestigio, y este libro es fruto de una larga reflexión y una larga búsqueda, Solo por eso y por sus muchos años de servicio a la Iglesia se merece un respeto.

-No es mi pretensión cambiar 2000 años de critianismo, se trata de desprenderse del "polvo del camino" de estos últimos 1.600 años, en lo que la Iglesia ha copiado los sistemas, los metodos y la estructura del Imperio (de turno).

-Se trata de aprender de los errores que han hecho posible que los hijos más lúcidos de la Iglesia hayan tenido que sufrir persecución desde la misma Iglesia. La lista es muy larga, y sufrieron persecución antes de la Inquisición, durante la Inquisición, y siguen siendo perseguidos después de la Inquisición. Y entre ellos, como tu debes saber, hay muchos santos reconocidos, y bastantes hombres ejemplares, incluso mártires por reconocer.

-Esta corrección en la trayectoria de la Iglesia, está reconocida, validada, explicada, y animada desde hace más de 40 años, por los Padres Conciliares que asistieron al Concilio Vaticano II, y en cuyos documentos quedó reflejada.

- Y por último no he necesitado leer a Pagola para tener la opinión que tengo, antes del Concilio Vaticano II ya lo intuía, el Concilio me lleno de ilusión y esperanza, su falta de desarrollo y los recortes que a lo largo de los años se han ido imponiendo, a la vez que me producían desolación, han ido vaciando la ilusión y la esperanza de muchos de mis compañeros de camino en mis años jóvenes. Y hoy se ve el resultado en nuestras iglesias vacias (pese al recorte de celebraciones), en nuestros seminarios sin jovenes, y en la falta de incorporaciones en nuestros movimientos eclesiales.
Por este camino en 15 o 20 años las iglesias que conocemos estaran cerradas, por defunción de los parroquianos y solo habrá para conservar los ladrillos, las pidras y las obras de arte. Al parecer hay quien cree que es el Espiritu el que nos lleva ahí, cuando es nuestra ceguera, nuestra tozudez, nuestra pereza y nuetro miedo los que nos llevan a ese desenlance. Ante tanta sordera, puede que el Espiritú esté soplando en otros ámbitos, y es allí a donde habrá que ir a escucharle.